La revista Somos parroquia, bajo el título “UN CORRALEÑO EN LOS ALTARES” escrito
por “Masarel” recoge la primera procesión y el texto es el siguiente:
Con un
aire festivo y gozoso júbilo transcurrió la jornada del domingo, día 9 de
Noviembre, fiesta de la Dedicación de la Basílica Lateranense de Roma, en la
cual tuvieron lugar los actos de homenaje y acción de gracias por la pasada
Beatificación del mártir el Padre Martín Lozano Tello, natural de nuestra Villa
de Corral de Almaguer. Bajo los resplandores de un tibio sol otoñal, a las cinco y treinta de la tarde,
numerosos fieles y devotos se congregaron en la Plaza de la Concepción junto
con un nutrido grupo de sacerdotes, hijos del pueblo y del arciprestazgo y la
parroquia, una representación franciscana encabezada por el padre Guardián del
Monasterio de San Juan de los Reyes, de
Toledo, donde está enterrado el Beato, así como las autoridades locales de con
la Alcaldesa al frente y la Banda de música, además de los directivos, con sus
respectivos estandartes de todas las Hermandades, Cofradías y Asociaciones
Piadosas de la Localidad.
A la hora prevista con la presencia y presidencia del Excmo. Sr. Cardenal Arzobispo de la Diócesis,
Don Antonio Cañizares Llovera, y frente a la casa natal del Beato, cuyo entorno
había sido engalanado por el vecindario, portada en andas por familiares y
devotos, fue llevada y presentada una hermosa talla del Beato Martín.
Al instante la Banda de Música hizo sonar los acordes de la Marcha Real
e inmediatamente, por parte del Sr. Arzobispo, se procedió a la bendición de la
imagen y seguidamente, un sacerdote corraleño descubrió, en la fachada de la
casa, una placa conmemorativa.

de las Hermandades y Cofradías antes
aludidas, y escoltada la
imagen del Beato por el clero, con el concurso de autoridades y numeroso
público, se organiza la procesión que, de forma festiva a la vez que devota,
discurrió por las calles de la Concepción, Amargura, y Pedro Campo para
desembocar en la Plaza Mayor, mientras
las campanas, desde la torre, volteaban al aire de júbilo de ese acontecimiento
y el estruendo de los cohetes ponía tono de fiesta a esta celebración.
De nuevo, cuando la imagen del Beato Martín llegaba al atrio y
frente a la hermosa puerta plateresca de
la parroquia, la Banda de Música, que había marcado el ritmo de la procesión,
volvió a interpretar las notas de la Marcha Real al tiempo que la imagen entraba, por primera
vez, solemnemente, en el Templo y el Coro Parroquial entonaba vibrante el canto
procesional de entrada, mientras el Sr. Cardenal Arzobispo, precedido del Clero
y de la Cruz Parroquial desfilaba desde el fondo de la Iglesia, y por la nave
central, hasta el altar mayor para dar comienzo a la Santa Misa, concelebrada
por los siguientes sacerdotes:
Excmo. y Rvdmo. Dr. D. Antonio Cañizares Llovera
Dr. D. Jesús Serrano
D. Francisco Aparicio
P. D. Fernando Alcázar Martínez
D. Dámaso-Tomás Arellano Pérez-Juana
D. Agustín Arévalo Santiago
D. Diego Collado Rojo
D. Manuel González Alcázar
D. Tomás Juárez García-Gasco
D. Eusebio López Gómez
D. Pedro Mancheño Muñoz
D. Juan Carlos Mancheño Ovejero
D. Gregorio Real Collado
D. Avelino Rodríguez Muñoz
D. Gonzalo Raúl Tinajero Ramírez
D. Juan García Martín
D. Enrique del Álamo.
Los Estandartes montaban guardia de honor en el presbiterio, a uno y
otro lado del altar, bajo las airosas y atrevidas bóvedas del crucero y frente
a los tres diáfanos arcos triunfales que dan acceso a las naves de la
parroquia. Al lado diestro fue colocado la imagen del Beato, en cuyas andas,
con claveles rojos y gualdas, restañaba la enseña nacional. Al lado del Evangelio
y bajo el altar de San José ocupaban sus asientos los familiares del Padre
Martín. En los primeros bancos de la nave central autoridades municipales y
representaciones, junto con directivos de asociaciones, hermandades y cofradías
rendían pleitesía al Señor a la par que el pueblo fiel abarrotaba las naves de
la Iglesia, que refulgía la luz en sus bóvedas, mientras las melodías del coro
se deslizaban armoniosamente entre las
columnas y las ojivas de los arcos.
En su homilía, el Sr. Cardenal, destacó –en la fiesta de la Dedicación
de la Basílica Lateranense-, el misterio de la Iglesia, en unidad y comunión
con la primacía de Pedro, y en cuya construcción entramos como piedras vivas en
las que brilla la santidad de Dios y resplandece, con brillante fulgor, el
testimonio valiente de los mártires como el Beato Martín. Antes de finalizar la
Santa Misa, el Sr. Cura Párroco, en breves, escuetas y atinadas palabras,
agradeció la presencia del Sr. Cardenal en esta celebración y puso de manifiesto
la vitalidad de esta comunidad Parroquial, que ha florecido siempre en
abundancia de vocaciones sacerdotales y religiosas.
Como emotivo colofón de esta singular efemérides, al final de la Santa
Eucaristía se ofreció a la veneración de los fieles la reliquia del Beato
Martín, - uno de sus dedos-, que, generosamente, los familiares han ofrecido a
la Parroquia.
Todos los presentes se acercaron piadosamente a venerar este exvoto. Desde aquí nos gozamos y alegramos y damos rendidas gracias por la glorificación de su siervo al tiempo que le presentamos nuestras súplicas y nos encomendamos a su intercesión.
¡Beato Martín, ruega por nosotros!
Información recogida por: Loli Gómez
Información recogida por: Loli Gómez
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